miércoles, 10 de febrero de 2010

La constitución como esperanza social

En un país como Colombia, en donde los problemas sociales no dan cabida a soluciones altamente eficaces sino a medidas parciales, estructuradas en la falta de medios para hacer efectivas premisas esenciales como lo son los derechos fundamentales de la población, existe la necesidad de establecer un vínculo entre el pueblo y el Estado; algo que vaya más allá del concepto democrático de participación y representación política y que prevalezca sobre el poder del Estado. Este vínculo es la Constitución, como medio para hacer efectivos los cambios sociales que son esenciales para el desarrollo de nuestra sociedad.

Más allá del valor que se le pueda dar a la Constitución como la principal referencia para proteger los derechos fundamentales y las necesidades de la población, ésta también representa el principio de cambio y desarrollo hacia el que se está orientando nuestro país. Aunque es cierto que, como bien lo muestra Antonio Caballero en su artículo "Lo constitucional y lo real", la constitución presenta, en ciertos casos, un paralelismo frente a la realidad y a la necesidad de cambio de ésta, sí existen cambios latentes que demuestran que, más allá del idealismo que pueda representar el apego a todas las premisas de la constitución, ésta representa un cambio significativo en el desarrollo de la población y, sobre todo, demuestra la importancia del derecho como medio para la introducción eficaz de la sociedad en la actividad y el desarrollo del cambio social en Colombia.

El ejemplo que da la sentencia T-025 de 2004, que nos muestra cómo la constitución ha logrado centrar la atención del gobierno en un problema tan consecuente con la historia política en Colombia, como lo es el desplazamiento, es una prueba de qué tan eficaz ha sido la constitución de 1991. Aunque al analizar este problema se hacen evidentes las deficiencias de la constitucionalidad en Colombia, como lo sería la demora en el reconocimiento de un problema tan urgente y la falta de competencia por parte del gobierno para la aplicación de medidas posibles y efectivas frente a un problema que ha estigmatizado las políticas sociales en Colombia, como lo es el desplazamiento, también se hacen evidentes los cambios sociales que surgen de un proceso lento pero eficaz que busca solucionar el problema. La constitución de 1991 ha abierto un camino que antes no se veía para el cambio social, y, en esta medida, debemos comprender la eficacia de una constitución que, incluso alejada de la realidad, ha permitido un cambio social que va en aumento.

Es por esto que considero que la constitución ha sido eficaz en el sentido en que está acercando cada vez más los intereses de la población con las realidades y las políticas que debe y que está tomando el gobierno en Colombia; la constitución permite que se pueda contemplar un cambio social, facilitando que éste sea posible por medio de la participación y del apoyo que esto recibe de la población, como principal medio de confrontación entre lo que hace el gobierno y lo que debería estar haciendo.

- Carlos Valenzuela

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